30 de diciembre de 2008

El pequeño bastardo. Cuento de navidad.

El pequeño bastardo era un niño de lo más cabroncete que uno pudiera tirarse en cara.
No sólo no obedecía en casa, sino que disfrutaba torturando a sus hermanos pequeños, desobedeciendo a sus padres y golpeando con palos al pobre y anciano perro que era ya incapaz de plantarle cara.

Como es de suponer, el pequeño bastardo nunca apareció por el colegio, así que sus conocimientos académicos eran prácticamente nulos.
No le importó la paupérrima situación familiar cuando decidió gastarse en una taberna del camino hacia el pueblo el poco dinero que su madre, desesperada por la enfermedad de uno de sus hermanos le dio para que fuese a por algo de verdura y leche con lo que celebrar la noche buena al mercado.

Así pues, por culpa del pequeño bastardo, toda la familia tuvo que disfrutar aquella noche buena de una deliciosa sopa de piedras que les sirviese para entonar el estómago antes de acostarse sin mayor sustento que el de la tierra y el musgo.

Cuando por fin todos estaban dormidos, le pareció al pequeño bastardo oír un ruido procedente de la chimenea y fue mayúscula su sorpresa al encontrarse allí con un anciano obeso, con barba de cinco o seis días y evidentes síntomas de estar alcoholizado que se identificó como Papa Noel. Le dijo que había venido a traerle regalos a sus hermanos y el pequeño bastardo le exigió que le entregase a él también algún regalo.

Cuando el anciano le recriminó su comportamiento y le repuso que quizá si lo mejoraba al año que viene se acordase de él, el muchacho la emprendió a patadas y puñetazos con el anciano, que accedió a dejarle un saco pesado.

Una vez se marchó el anciano, el pequeño bastardo se abalanzó primero sobre los regalos de sus hermanos pero enseguida deshecho el trenecito de madera y la muñeca de trapo que había para ellos.

Así pues, enseguida acudió a ver qué contenía su saco, pero para su mala fortuna únicamente había allí piedras y trozos de carbón.

Aquella noche nevó como hacía años que no había nevado. Un golpe de viento abrió un ventanal de la casa haciéndolo añicos, con lo que pronto un aire glacial se apoderó de todo el hogar del pequeño bastardo.

Este, en venganza por el comportamiento de Papa Noel, decidió tomarse lo que entendía por justicia por su mano y después de encender un hermoso fuego en la chimenea con los trozos de carbón, la emprendió a pedradas con sus padres y sus hermanos para que no pudieran acercarse a calentarse.

Al día siguiente, con cara de gran pena y sin cesar en su llanto, el pequeño bastardo llegó al pueblo diciendo que él había sido el único superviviente de la helada en su hogar. Así fue como este pequeño cabroncete pudo heredar, aquellas Navidades, la casa y las pocas tierras de sus padres, sin tenerlas que compartir con ninguno de sus hermanos.

Pronto hubieron cientos de reallity shows que se interesaron por la historia del pobre muchacho, incrementando de este modo de forma exponencial su pequeña fortuna. Hoy en día, el pequeño bastardo se dedica a predicar la palabra del señor en una iglesia cuyos feligreses siempre están más que dispuestos a ofrecer su apoyo económico a aquel que volvió a nacer el día de Navidad. Por otra parte, la pequeña casa y las tierras de sus padres fueron sólo el inicio de su emporio inmobiliario.
Imágenes de Ricardo Pelaez

24 de diciembre de 2008

23 de diciembre de 2008

Somewhere tonight



Alguien esta noche
alguien buscando a quien lo rehuye
alguien cansado de los motivos que otra persona usa
alguien que no entiende.
Alguien esta noche
alguien que piensa en alguien a quien tuvo cerca
alguien pensando cosas que realmente están pasadas
alguien piensa que es demasiado tarde,
alguien piensa que es demasiado tarde.
Hay un viento frío soplando del norte
y los pájaros de verano se están marchando
así mismo el sol duerme incluso en el sur
y los lagos pronto estarán helados
y el hielo clamará a las vacías orillas
donde los enamorados pasean
y el cielo azul tiritará
cuando las nubes de invierno lleguen rabiosas.
Y a menos que encuentres a alguien que te abrace
a menos que alguien empiece a quererte
a menos que encuentres el calor que necesitas
a menos que alguien empiece a compartirlo todo contigo
cuando la solitaria noche de invierno venga acercandose
y el frío viento venga aullando
no sabrás si puedes superarlo
sin alguien con quien contar
alguien esta noche
alguien hace el equipaje, alguien realmente se va
Alguien no demasiado triste, solo que ha perdido la fe
alguien caminará cerrando la puerta
alguien caminará cerrando la puerta.

20 de diciembre de 2008

Es navidad en el cielo



Con tal de salirme un poco del villancico habitual, para felicitaros las fiestas, he elegido éste, originalmente visto en la película "The meaning of life" de los Monty Pyton en 1984. Aunque el final parece truncado, es original, tal cual se ve en la película. FELICES FIESTAS A TODOS.

Es Navidad en el cielo
todos los niños cantan
es navidad en el cielo
Escucha, escucha esas campanas tocando
Es navidad en el cielo
la nieve cae desde el cielo
pero es bonita y fría y todos la miran
alegres vistiendo bufandas.

Es navidad en el cielo
pondrán alguna buena peli en TV
Sonrisas y lagrimas dos veces en una hora
tiburón uno, dos y tres.

Mary y José: Hay regalos para toda la familia
Un Wc para nosotros y para el niño un tren
Los reyes magos: Vosotros os lo perdeis os traíamos un walkman sony con cascos
y lo último en videojuegos.

Todo el mundo: Es navidad en el cielo
hip hip horray
cada día
es navidad en el cielo.

Es navidad en el cielo
cada día
es navidad en el cielo.

QUE VIVAN LOS NOVIOS

Las cinco y media de la tarde. Esa era la hora en la que prácticamente todos los familiares y amigos estaban ya situados en sus respectivos lugares dentro de la iglesia.

El novio, vestido con un sobrio traje negro, chaleco nacarado, camisa amarilla, fajín Burdeos y zapatos de charol, estaba frente al altar esperando nervioso la llegada de la novia.

Tenía las manos entrelazadas en su espalda y no dejaba de lanzar miradas furtivas a uno y otro lado de la iglesia buscando algo o alguien que lo tranquilizara, pero más bien era al contrario. La madre llorando por el niño que se le iba de casa, los amigos haciéndole el gesto del ahorcado con la corbata...

Mientras tanto el sacerdote iba ultimando los últimos detalles de la ceremonia en el altar. La colocación del Cáliz con la Sangre de Cristo y el Cuerpo de Cristo, la comprobación de los libros de las lecturas, y aún tuvo tiempo de besar la estola morada ante la imagen de la Santa Patrona, que presidía el altar mayor sobre las cabezas de todos los presentes, y colocársela encima del alba.

Por fin llegó uno de los momentos álgidos de la ceremonia. En el portón de la iglesia se dibujaban dos siluetas que avanzaban con paso lento entre los bancos de la nave mayor hacia el altar. La novia vestía un discreto traje color marfil hasta los hombros que más parecía un traje largo de fiesta que uno de esos ampulosos trajes de novia que suelen ser los utilizados para este tipo de ocasiones y unos guantes largos hasta el codo a juego con el traje.
En una mano, un pequeño ramo de flores blancas. El otro brazo tomado por su padre, un hombre ligeramente más bajo que ella, aunque más recio.

Él vestía traje oscuro, pero a diferencia del novio era azul marino. Ambos avanzaban al compás de la marcha nupcial. Todos los ojos estaban clavados en ella, la expectación era máxima. Ella miraba hacia uno y otro lado y sonreía alzando, ligeramente, de vez en cuando la mano del ramo para saludar a alguien. El padre en cambio, tenía la mirada clavada en el altar, y podía verse la emoción dibujada en su rostro en forma de lágrimas que intentaba reprimir.
-FIUUUUUUUUU FIIIIIIIUUUUUUUUUUUUUUUU- Siló una figura de entre los presentes en los últimos bancos - ESTAS COMO UN QUESO!!!-
La novia se ruborizó y pensó que tendría que hablar con su futuro marido sobre sus amigos y los modos de estos. El padre sintió ganas de estamparle el puño en la cara al que osaba silbarle de aquel modo a su hija en aquellos momentos, pero se reprimió pensando en su niña y en que era el día más importante de su vida.

Al llegar al altar el novio saludó al padre, que le devolvió el saludo dándole un abrazo. Los novios se colocaron en los lugares que ya habían estipulado con el sacerdote durante los ensayos previos a la ceremonia y parecía que todo estaba a punto para que esta comenzara. Sin embargo, saliéndose del programa el sacerdote se dirigió hacia el púlpito y empezó a hablarle a los asistentes:

-Queridos hermanos en Cristo- empezó diciendo con tono solemne- y especialmente aquellos que estáis aquí y no consideréis que todos los presentes seamos hermanos en nuestra Fe- continuó empezando a dejar perplejos a todos los asistentes. –Antes de empezar la liturgia, querría decirles a estos últimos que nadie les obliga a estar aquí dentro durante la celebración religiosa. –Los novios, al llegar a este punto se giraron y miraron interrogativamente a sus padres, como preguntándoles que qué era lo que estaba diciendo ese hombre.- Aquí delante tenemos una hermosa plaza en la que pueden esperar a que salgan los novios mientras fuman un cigarro y seguro que cerca hay algún bar abierto donde también pueden hacer tiempo. Así mismo querría pedirles que desconecten los teléfonos móviles, tengan en cuenta que la liturgia es una ceremonia solemne, y por último decirles también que intenten no hacer fotos con flash dentro de la iglesia, piensen en el pobre fotógrafo que tiene que ganarse la vida haciendo su tarea y en que a ustedes tampoco les gustaría que les hicieran competencia desleal en sus trabajos. Y una vez dicho esto, vayamos a lo que verdaderamente nos ha reunido aquí esta tarde que es unir en sagrado matrimonio a Josefina y Roberto.

Ya fuese por las palabras del sacerdote, que después de haber soltado este discurso se dirigió como si no hubiese pasado nada hacia su lugar detrás del altar, ya por designio divino, la verdad es que al menos media docena de personas de las últimas filas salieron sin pensarlo a la calle.
Los acordes de un órgano dieron inicio a una misa en el transcurso de la cual los novios iban a contraer matrimonio y de la que no hubo nada de especial mención hasta el momento en que el sacerdote preguntó a los cónyuges si accedían libremente a contraer matrimonio y si daban su consentimiento para contraer matrimonio.

-Si hay alguien que tenga algo que decir, que lo diga ahora o que calle para siempre- sentenció el sacerdote en el tono sobrio de voz que había tenido durante toda la ceremonia.

YOOOOO- Bramó alguien desde el fondo de la iglesia.
Se trataba de un personaje menudo y que tenía una risa nerviosa que le producía un tic en el labio, el mismo personaje que había piropeado a la novia como un albañil cualquiera.

–Que noooo- dijo el muchacho en tono jocoso tan rápido como todas las miradas se hubieron posado sobre él –Que estaba de coña!!!- acabó diciendo con un deje mientras levantaba las palmas de las manos en señal de inocencia.

Al novio se le hizo un nudo en el estómago en las fracciones de segundo en que no supo cómo reaccionar. ¿Quién era ese individuo? Casi prefería que se tratara de un amigo de la novia que de un familiar que no conocía. Total, de las amistades en última instancia siempre te puedes desentender, sin embargo con la familia... ya se sabe que la sangre tira.

La novia, simplemente perdió el sentido. El padre de la novia no se lo pensó dos veces. Dejando a su esposa atendiendo a su hija se dirigió junto con sus dos hijos hacia el banco en el que estaba sentado el gracioso y cogiéndolo por las axilas y los pies lo sacaron a la calle de mala manera. Cuando el padre volvió al altar estaba su mujer levantándole la cabeza a la novia y haciéndole aire, y el novio agachado junto a ella, tomándole una mano que no dejaba de besar mientras la llamaba por su nombre para ver si así reaccionaba antes. El sacerdote por su parte pedía a familiares y amigos que no se acercaran y que dejasen espacio para que la muchacha tuviese más aire.

Finalmente Josefina fue despertándose y sintiéndose lo suficientemente fuerte como para levantarse. -¿Quieres que sigamos, cariño, o esperamos a que te recuperes del todo?- preguntó Roberto. –No, estoy bien, dijo ella, sigamos con esto y cuanto antes acabemos mejor.- Ante tal comentario el sacerdote lanzó a la novia una mirada fulminante, pero actuó como si nada hubiese pasado y continuó con la ceremonia donde la había dejado acabando de declarar marido y mujer a Roberto y Josefina.

-Yo que vosotros, hijos- volvió a hablar el sacerdote desde detrás del micrófono y dirigiéndose a los novios.- Elegiría mejor las amistades. Y como iba diciendo antes de que ese inepto nos interrumpiera, que lo que Dios a unido no lo separe el hombre. Aunque la verdad, tengo que deciros que por desgracia esta es la parte que menos me creo en los últimos tiempos. De hecho- Seguía el cura como reflexionando para sí mismo con la cabeza alzada y la vista fija en un punto indeterminado de la bóveda- A veces me pregunto para qué hago esto si a los dos días voy por la calle y veo a los novios recién casados cada uno por su lado. Pero dejémonos de tristezas, hermanos, os recuerdo que hoy es un día de fiesta para los aquí presentes, y os recuerdo así mismo que tenemos que pensar en los que no lo tienen tan fácil como nosotros, en aquellos que día tras día pasan hambre. Por eso mismo que hoy es un día de fiesta, es un día de celebración, pero tenéis que pensar que seguramente una vez terminada la frugal cena os encontrareis con que en el mismo lugar del banquete tenéis barra libre y podréis beber todo lo que queráis. Por eso mismo os pido una vez más que penséis en esos que no tienen lo que a vosotros os sobra, y que hoy seáis generosos en la colecta, pensando que os da igual gastarlo tomándoos una copa que hoy os saldrá gratis, o haciendo el bien que le podéis hacer a los pobres niños hambrientos del mundo.

Dicho esto, la mujer que hasta aquél momento se había encargado de tocar el órgano en momentos determinados entró en la sacristía, situada en un lateral del altar, y volvió a salir con una canastilla destinada a recoger la colecta.

El sacerdote se agachó por un momento debajo del altar. Al volver a levantarse lucía entre sus brazos una guitarra española y empezó a cantar “Alabaré, alabaré, alabaré a mi señor”. –Venga todos- Gritó el sacerdote a los presentes.-Dar las palmas y cantar conmigo, que es muy fácil- Una vez hubo acabado este himno, y mientras la anciana organista todavía pasaba la colecta pidió que todos los presentes se dieran la paz, y volviendo a coger la guitarra entonó en esta ocasión “Evenu shalom alejem” en hebreo.

El aire acondicionado, en aquella tarde de julio, brillaba por su ausencia dentro de la iglesia. Los abanicos improvisados con cartas dominicales empezaron a ser tónica general, y todos agradecieron cuando después de la comunión el padre Abraham comunicó que podían marchar en paz.

Familiares y amigos fueron los primeros, los novios y los testigos se quedaron los últimos para firmar el registro. Una vez la iglesia estuvo completamente vacía el sacerdote se dirigió a la sacristía donde una figura menuda lo estaba esperando. Le sangraba una ceja y el pómulo lo tenía morado de un golpe. Recostado sobre una mesa se encontraba, con una mano sobre el pecho y resoplando, el muchacho que había escandalizado a propios y extraños durante la ceremonia.

-Oiga padre... me parece muy bien que me permita sacarme unas pelillas animando sus bodas, ¿pero no le parece que tendríamos que buscar otra forma de hacerlas más amenas?

-Piensa hijo, piensa- Repuso el sacerdote en tono fraternal mientras le daba tres billetes de veinte euros- Hoy lo que vende es el morbo, y si para hacer que la gente mantenga la atención durante la ceremonia tenemos que darles morbo, pues creo que la iglesia tendrá que ir adaptándose a los tiempos modernos, ¿No te parece?.

18 de diciembre de 2008

Guerra declarada


Permitidme por una vez que exprese aquí mi enfado, mi cabreo, mi indignación y mi rabia respecto a un tema que está extendiendose como la pólvora a lo largo y ancho de toda la península según me he informado esta mañana y que a mí me atañe de forma especial.

La cosa va como sigue: Algún espabilado coge una tarjeta de aparcamiento para minusválidos y hace una fotocopia en color dejandola dentro de una funda de plástico. De este modo las originales y las copias únicamente se distinguen por el troquelado superior de las originales, pero al estar plastificadas no se advierte.

Ante la gran proliferación de tarjetas de aparcamiento falsas muchas ciudades, entre ellas la mía, han optado por lo siguiente: Coche que ven aparcado en zona de minusvalidos, tenga o no tarjeta original, coche que tiene una multa con el siguiente aviso adjunto: "Presentar original".

Así ha sido como en el plazo de tres semanas he acumulado ya la friolera de cuatro multas de aparcamiento por estacionar, lícitamente, en zona de minusválidos, pero la gota que colma el vaso ha llegado esta mañana cuando una compañera me ha avisado de que no sólo me estaban multando sino que encima habían avisado a la grúa que, cuando he bajado, ya estaba intentando enganchar mi vehículo. La discusión reconozco que ha sido en un tono algo más elevado de lo que tendría que haberse realizado. Reconozco también que quizá no he utilizado el lenguaje más adecuado para dirigirme a un agente de la ley (a nadie le gusta que le digan lo gilipollas que hay que ser para equivocarse como se está equivocando) así que nadie me ha librado de la multa por desacato, aunque eso sí, me he librado de la de aparcamiento.

Alguna solución habrá que encontrar. Sea como sea, es la guerra.

12 de diciembre de 2008

La ciudad que siempre quise tanto

Si en Irlanda ha habido una ciudad que ha padecido con especial fuerza el conflicto entre Católicos y Protestantes ha sido sin lugar a dudas Derry, tomada por el ejercito inglés y para menospreciar a sus habitantes rebautizada como London Derry. Allí fue donde aconteció el famoso Domingo Sangriento que tan bien supieron reflejar Bono y su gente en la canción "Sunday Bloody Sunday". Sin embargo, antes de que U2 prestara atención a esta ciudad ya había una hermosa canción que trataba, con gran delicadeza, de la situación allí. Se titula "The town I loved so well" La ciudad que siempre quise tanto. Os dejo esta delicia en version de The Dubliners




En mi memoria siempre veré
la ciudad que quise tanto.
Donde jugabamos a futbol en la escuela
junto a la tapia del gas
y reíamos a través del humo y el olor.
Bajo la lluvia, corriendo hacia arriba en Dark Lane
pasada la carcel, junto a la fuente.
Esos fueron dias felices en muchos muchos sentidos
en la ciudad que quise tanto.
En la madrugada la fabrica de camisas sonaba
llamando a las mujeres de Creegan, de Moor y de Bog
mientras los hombres en el paro jugaban a hacer de madres
arreglando a los niños y paseando a los perros.
Y cuando se sentían mal decían que tenían bastante
y veían lo que pasaba sin quejarse
aunque dentro de ellos ardiese una oracion
en la ciudad que quise tanto.
Había música allí, en el aire de Derry
como un lenguaje que todos entendíamos.
Recuerdo el día en que gané mi primera paga
tocando en una pequeña banda.
Allí pasé mi juventud y para deciros la verdad
me entristecí al tener que dejarla atrás
porque aprendí todo sobre la vida
y encontré una esposa
en la ciudad que quise tanto.
Pero cuando regresé, oh dios mis ojos me quemaban
al ver cómo una ciudad puede ser obligada a arrodillarse
por los vehículos del ejercito y el estruendo de las bombas.
Y ahora el ejercito se ha instalado en cada uno de los árboles
que recorren la tapia del gas
y el maldito alambre de espino que crece y crece.
Con sus tanques y sus pistolas, oh Dios mío qué han hecho
con la ciudad que quise tanto.
Ahora ya no hay música en el aire, aunque continúa sonando
por que nuestros espíritus fueron machacados, pero nunca se rompieron
y no olvidaremos, pero nuestros corazones están preparados
para un mañana en que llegue la paz otra vez.
Porque lo que está hecho está hecho y lo que está ganado está ganado
y lo que se perdió se perdió y se perdió para siempre.
Ahora yo solo puedo rezar por un dia esplendoroso y radiante
en la ciudad que quise tanto.

8 de diciembre de 2008

8 de diciembre

Hoy hace 28 años que la intolerancia acabó con la vida de uno de los mejores músicos del siglo XX. Aprovecho ya que puestos a recordarlo y felicitaros de paso a todos la navidad con este espléndido villancico. Y si ya nos ponemos a mirar las imágenes y reflexionamos acerca de lo que nos muestran...



6 de diciembre de 2008

Llanto por el mar




Dice Serrat que escribió esta canción unos catorce años después, aproximadamente, de escribir Mediterraneo y que lo hizo porque una de las cosas que menos se esperaba era que fueramos nosotros los que finalmente fuesemos al entierro del Mar y no viceversa, y todo gracias a la incompetencia de algunos y sobretodo a la inconsciencia.

Ya he contado la anécdota varias veces, y no está de más, creo, recordarla una vez más. La primera vez que vi a Serrat acababa de suceder la tragedia del Prestige. Lo vi en un pequeño pueblo de montaña, muy cercano al aeropuerto de Reus. A pesar de que a la semana siguiente Serrat tocaba en un teatro céntrico de Barcelona, supongo que por la proximidad con el aeropuerto, la primera fila se llenó con la plana mayor del PSOE catalán, lease Maragall y compañía y también del PSOE nacional entonces en la oposición, lease Zapatero y camaradas, pero para sorpresa de muchos también apareció la Reina Sofía y una de las princesas, no me pregunteis porque con ellas siempre me lio y no sé cual es cual. La cosa es que cuando salió Serrat al escenario tocó esta canción y lo recuerdo perfectamente sentado en su taburete, abrazando a su guitarra en posición vertical, diciendo que aquella noche allí había gente muy poderosa y preguntandoles, en la cara, qué soluciones proponían para la tragedia que vivíamos todos. El silencio, uno de esos silencios incómodos en los que nadie se atreve ni a toser, se apoderó del local. Dejó pasar unos segundos, quizá un minuto, de esta guisa y continuó el recital. No deja de ser significativo, que en los bises la última canción fuese "Pare" otra de sus grandes obras ecológicas. Anoche, paseando por las playas de Salou, viendolas llenas de porquería, me vino a la cabeza una vez más esta canción, este

LLANTO POR EL MAR

Cuna de vida caminos de sueños

fuente de culturas

ay quien lo diría, ha sido el mar

miradlo hecho una alcantarilla

miradlo ir y venir sin parar.

Parece mentira que en su vientre

se hiciese la vida

ay quien lo diría sin rubor

miradlo hecho una alcantarilla

herido de muerte.

De la manera que lo desvalijan

y lo envenenan

ay quien lo diria que nos da el pan

miradlo hecho una alcantarilla

miradlo ir y venir sin parar.

Donde están los sabios

y los poderosos que se llaman

ay quien lo diría, conservadores.

Miradlo hecho una alcantarilla

herido de muerte.

Cuanta abundancia, cuanta belleza

cuanta energía,

ay quien lo diría, desperdiciada

por ignorancia, por imprudencia,

por inconsciencia y por mala leche.

Yo que quería que me enterraran

entre la playa

ay quien lo diría y el firmamento

y seremos nosotros

ay quien lo diría,

los que te enterremos.

3 de diciembre de 2008

3 de diciembre

Cada año las instituciones se van sacando de la manga más días internacionales de cualquier cosa. Este año, he descubierto que el tres de diciembre es el día internacional del discapacitado.

Me parece muy bien que durante un día se realicen gran cantidad de actos cuya intención sea concienciar acerca de la problemática de las personas con discapacidad. Hoy mismo leía en el diario que en Tarragona ya somos más de 15000 las personas con algún tipo de discapacidad del tipo que sea, pero...

¿Realmente sirven para algo estos días internacionales? no son como las maratones televisivas que cada navidad recolectan fondos para alguna causa determinada. Simplemente hay diversas asociaciones de diferente índole que asaltan las calles mostrando sus proyectos y cada una por su lado se limita a intentar concienciar. Es como cuando en el día internacional del cancer se les permite a las abuelitas salir a la calle con esas huchas para que nos pongan una pegatina en la solapa a cambio de unas monedas. ¿Es que acaso el resto de los días no hay que seguir luchando contra esa lacra?

No por ser el día internacional del discapacitado voy a sentirme especial. Yo soy discapacitado los 365 días del año e incluso el segundo de más que esta nochevieja tendrá el 2008. Tengo que ser consciente de mis limitaciones en todo momento y por eso mismo pido que se me respete en mi condición de discapacitado todos y cada uno de los días del año, no sólo el 3 de Diciembre.

Me parece bien que se hagan estas pequeñas llamadas de atención pero, por favor, no las limitemos a un día en concreto para que al siguiente estas causas caigan en saco roto y se les haga oídos sordos.

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